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sábado, 1 de marzo de 2014

Las Olimpiadas Acuáticas

En cierta ocasión los peces decidieron organizar una competencia para escoger el pez más veloz y el que ejecutara el salto más alto por fuera de la superficie del río. A la competencia llegaron: don valentón, el señor toruno, el encopetado pámpano, el audaz bocón, la alegre palometa, don bocachico, la señora sapuara acompañada de su amiga la sierra, el infaltable caribe y su socio el pavón. También hicieron presencia: don guaracú, el elegante morocoto, el saltón, la cucha, la payara, el aguadulce, el agujón, hasta doña sardina; nadie, pero absolutamente nadie quería perderse tal evento.


Llegó el día de la competencia y ya todos estaban preparados. Algunos estaban haciendo calentamiento, mientras que por otro lado los jueces don perro de agua, doña tortuga y doña tonina, se encontraban dando las últimas instrucciones para iniciar la primera competencia que determinaría “El Pez más rápido”.

Todos los peces participantes se colocaron en la línea de salida, cuando doña tonina hizo sonar el silbato, inmediatamente salieron todos los peces a lo que marcaban sus aletas, debían recorrer 200 metros.  En los primeros 5 metros don valentón iba tan distraído, que chocó fuertemente con don toruno y tuvieron que abandonar la competencia, pues no aguantaban el dolor de cabeza ocasionado por el golpe. Cuando iban 30 metros el colmilludo caribe fue expulsado por comerse a la pobre sardina.

Adelante marchaban el guaracú, el saltón, el bocachico, el bocón y el aguadulce. El pámpano, la palometa, la sapuara y el pavón se quedaron sin oxigeno en mitad del camino. La sierra, la cucha y el morocoto no aguantaron el ritmo de los que iban adelante y se retiraron por cansancio cuando llevaban 3/5 del recorrido pactado. Faltaban 32 metros cuando la payara intentó pasar a don agujón y comenzaron a empujarse, en ese momento fueron sorprendidos por don cabezón que de inmediato los sacó de la carrera. El aguadulce trató de irse delante de todos cuando faltaban 20 metros, pero sus aletas no resistieron más y tuvo que abandonar también. A falta de 12 metros el guaracú que miraba fijamente a sus contendores, no se percató de la presencia de una rama, la misma que le pegaría en su aleta dorsal para decirle con lágrimas en los ojos adiós a la competencia. Los últimos metros fueron muy reñidos, pero al final don bocón se llevó la medalla que lo consagraba como el más rápido. El segundo lugar lo ocupó el saltón y el tercero el bocachico.

Al día siguiente se dieron cita nuevamente los deportistas para escoger el pez con “Mayor poder de salto”, donde la mayoría de los peces fueron victimas de risas y burlas, pues ni siquiera podían salir de la superficie del agua. Los 3 mejores registros lo presentaron: el aguadulce con 123 cms. El saltón con 14,3 dms. y el bocón con 1,32 mts. Pero había un problema, los tres juraban haber ganado la competencia. El sabio perro de agua intervino y les dijo: para que no haya problema y aclarar las dudas, propuso pasar todos los registros a cms. Cosa con la que estuvieron de acuerdo. Así, el aguadulce saltó 123 cms. El bocón saltó 1,32 mts. pero un metro tiene 100 cms. y al multiplicar 1,32 X 100 resulta 132 cms. o sea que el bocón ejecutó un salto de 132 cms. por último don saltón hizo un salto de 14,3 dms. pero un decímetro equivale a 10 cms. haciendo la multiplicación 14,3 X 10 resulta 143 cms. con lo que se dio como ganador a don Saltón. De esta manera el saltón recibió su medalla de oro, don bocón la de plata y el aguadulce la de bronce.

Escrito por: Luis Fernando Waldo Martínez

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